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Transcripción del podcast
El mantra que ha recorrido los mercados estos años de que no había alternativas para las acciones si se quería obtener algo de rentabilidad a la hora de invertir se está difuminando.
Conforme los bancos centrales mantienen su ritmo de subida de tipos de interés, aparecen numerosas opciones para rentabilizar el ahorro sin tener que someterse a la elevada volatilidad de las bolsas.
Además, los bonos también están viviendo un año muy agitado y es posible que este año lo cierren como el peor de la historia.
Lo que está sucediendo este ejercicio lo han resumido muy acertadamente los analistas de Bank of America.
Aseguraban en un reciente informe que el dinero barato, la globalización y la paz están siendo reemplazados por una nueva era inflacionaria, de guerra, de nacionalismos, de tipos e impuestos elevados.
El mercado bajista seguirá
Todo esto ha conducido a un mercado bajista que está lejos de llegar a su fin. Según las estadísticas, este mercado suele durar de media poco más de un año, con una caída desde máximos del 35 por ciento.
Actualmente, la duración es de 270 días, y el recorte es del 25 por ciento, por lo que se espera un retroceso adicional del 10 por ciento.
El camino, por tanto, parece despejado para activos como los depósitos bancariosque van camino de convertirse en el destino de buena parte del dinero de los ahorradores en la recta final del año.
Los incrementos de rentabilidad en las imposiciones a plazo fijo se suceden cada día. Ya hay buenas ofertas para conseguir atractivas ganancias en todos los plazos, aunque ahora lo más recomendable es apostar por los más cortos, tres meses, sobre todo, porque las remuneraciones seguirán aumentando en los próximos meses y habrá mejores oportunidades.
En España la guerra del pasivo es mas lenta
Es cierto que en España la nueva guerra del pasivo va lenta, pero en el resto de bancos europeos hay ya un movimiento casi diario de rentabilidades al alza de los depósitos, que es conveniente seguir de cerca.
En un año sombrío, el que existe una alternativa a las acciones es de las pocas buenas noticias que hemos conocido.