A pesar de que tienen bastentes similitudes; la generación centenaria ha generado una buena capacidad para administrar su dineroincluso mejor que los millennials.
Según la asesora financiera cohete.la las personas nacidas entre los años 1980 y 1995 enfrentan como principales desafíos las dificultades para ahorrar y una limitada educación financiera.
La deuda mensual promedio de los millennials mexicanos (que incluye gastos y deudas) oscila en los 30 mil 584 pesos. Sus gastos e ingresos van acorde a su estilo de vida, el cual está más centrado en el bienestar integral.
“Son grandes consumidores, y esto se debe a que representan más del 35 por ciento de la fuerza laboral mundial, pero en contraste con sus ingresos sus deudas son grandes. Lo que habla de que aunque tienen todo los medios para hacer una mejor gestión de sus finanzas, pocos lo ven como una prioridad ya que no cuentan con educación financiera sólida, enfocada en hacer crecer su dinero o gestionar sus ingresos”, explica Moisés Márquez, Líder de Datos y Modelos para la plataforma.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)los millennials, cuya edad va entre los 25 y 39 años, representante 22.6 por ciento de la población económicamente activa de México; en tanto que los centennials (de 15 a 24 años) son el 16.9 por ciento.
“Ambas generaciones tienen cosas en común como el uso de tecnología para apoyarse en sus actividades diarias; sin embargo, en temas económicos existen diferencias sustanciales. Cada uno tiene consumos y gastos específicos que influyen en su historial crediticio. Las finanzas de los millennials van más enfocadas hacia el bienestar emocional, en tanto que los centennials procuran gastos alusivos a la armonía con su entorno”, señala el especialista.
Aunque las nuevas generaciones buscan obtener ingresos a partir de elementos como la flexibilidad laboralla desconexión yun balance entre la vida personal y profesional; en materia de gastos la estabilidad económica no es una prioridad y está por debajo de temas como la familia, contribuir a la sociedad o cuidar el medio ambiente.
“Tenemos estadísticas donde solo 1 por ciento de los jóvenes, ya sea millenials o centennials, ahorran lo equivalente a un salario mínimo, lo cual da cuenta de su baja cultura del ahorro, pero también esta cifra lanza un gran reto para la industria financiera respecto al diseño de productos y servicios que puedan apoyarlos con su gestión financiera y que incentiven el ahorro”, dijo.
Los centenariosquienes nacieron después del año 1996, se caracterizaron por ser nativos digitales, es decir, desde pequeños han incorporado herramientas digitales en su vida cotidiana. En materia laboral algunos comienzan a sumarse a las filas del empleo, por ende, sus ingresos son menores, aunque manejan mejor sus finanzas.
“Encontramos que su gasto promedio mensual, contando gastos más deudas, es de 16 mil 071 pesos. Son una generación un poco más preocupada por sus finanzas, principalmente porque han aprendido de generaciones antecesoras a comparar opciones antes de tomar una decisión. En ese contexto, sus compras son más planificadas porque posee más información. El costo de un producto es un factor determinante al realizar adquisiciones”, argumenta.
El estudio Cómo la Generación Z está enfrentando sus temores financieroselaborado por DELIRIO establece que 64 por ciento de este sector está revisando de forma constante estrategias para planear sus finanzas y su planes de ahorro. además, 89 por ciento se sienten seguros al tomar decisiones asociadas a su dinero.
“Así como hay diferencias también hay similitudes entre estas dos generaciones, por ejemplo, 67 por ciento de los usuarios de ambos grupos prefieren créditos fijos, 30 por ciento créditos personales y 3 por ciento créditos hipotecarios. Esto nos brinda un panorama para saber cómo se desarrollará el ecosistema a mediano y largo plazo cuando ambos grupos se concentren más de la mitad de la fuerza laboral del país”, concluyó el especialista.
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